sábado, 2 de noviembre de 2013

Aeropuerto de Orsk

Ya hemos llegado al aeropuerto de Orsk. El vuelo ha durado 2 horas y  hay que tener en cuenta 2  horas de cambio horario. Llegamos con el reloj biológico un tanto desorientado ahora que nos habíamos hecho al anterior cambio de Moscú respecto a Madrid.
Había oído hablar de la estepa rusa pero no la conocía. Ahora ya se lo que es. Una llanura sin apenas vegetación que se extiende más allá de donde alcanza la vista.
Pues aquí, en medio de la nada, se encuentra el aeropuerto de Orsk. Tiene pinta de ser pequeño. Además del edificio de la terminal, se ven unos pequeños hangares. La presencia de aeronaves se reduce a un par de avionetas y un helicóptero. Es todo.Dicen que tiene una máquina de café, pero yo no la he visto.
El procedimiento de recogida de equipajes es curioso: andas por la pista y sales al exterior del aeropuerto por un lateral de la terminal. Después, vuelves a entrar por la entrada principal de fuera y ¡pasas el control de seguridad! para rescatar las maletas de una pequeña habitación. Uno de nosotros se queda fuera con la maleta del satélite para evitar contratiempos innecesarios. Vamos a ver sí encontramos algún taxi que nos lleven al hotel. Después de una dura negociación con los taxistas (lugareños locales con coche) conseguimos llegar al hotel
No es fácil porque apenas hablan una palabras en inglés. Finalmente, negociamos un precio por 3 taxis por la cantidad de equipaje que llevamos. Nuestro taxista no sabía absolutamente nada de inglés. La primera sorpresa nos viene en un cruce en el que pone Orsk hacia la derecha y él gira a la izquierda. Por gestos nos indica que por allí también se va.





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